Cutululú

¡Hola! Soy Xol Huerta, alias Cutululú, la diseñadora e ilustradora detrás de todo el concepto de Mixol.
Todo empezó con un loco sueño de vivir de dibujar.

Siempre fui la niña que le encantaba colorear, tener un montón de plumones, crayolas y libretas, recortar revistas, coleccionar stickers y quería tener todo lo que vendían de Sanrio (la marca de Hello Kitty & amigos; mi favorita era Spottie Dottie).
Así que cuando me preguntaban qué quería ser de grande, siempre decía que quería ser "maestra"; porque veía a mi tía Angie, maestra de primaria,  que dibujaba y hacía adornos hermosos para su salón de clases; además tenía un estudio lleno de papelería bonita, libretitas, plumones... y por obvias razones yo quería ser como ella, en aquel entonces no sabía que existía la carrera de diseño y menos de ilustrador. 

Fue pasando el tiempo y sé me olvidó mi pasión y mi sueño de niña; pero por azares del destino y por sugerencia de una prima, decidí estudiar Diseño, sin entender muy bien de qué iba la carrera, solo sabía, que lo mío eran los colores y las formas. 

Cuando estaba estudiando mucha gente me decía "De seguro sabes dibujar súper bonito, por eso estudias Diseño" y siempre les decía que no, que yo no sabía dibujar. Terminé la carrera, comencé a trabajar en varias agencias de publicidad; pero no era feliz, sentía que no estaba haciendo lo que me apasionaba de verdad.
Fue en un viaje fuera de México que tuve la oportunidad de realizar que encontré un lugar donde vendían souvenirs ilustrados súper bonitos y dije esto es, esto es lo que quiero hacer de mi vida; ser dueña de un lugar así, pero obviamente en mi país querido.

Más de 7 años pasaron en lo que yo iba armando la idea de lo que quería hacer, pero había un gran problema: "No sabía dibujar" y si quería que mis productos fueran ilustrados, tenía que aprender.

De repente, llegó la pandemia que nos sacudió a todos y cambió nuestras vidas y perspectivas para siempre. Yo no fui la excepción, por fin tuve el tiempo de recordar mis pasiones y reflexionar qué quería de mi vida y así fue que encontré nuevamente el camino hacia mi sueño de niña.

No fue fácil, fue un camino lleno de frustración, impotencia, decepción, desvelos... Tuve que aprender  un montón de cosas que jamás me imaginé, salir de mi zona de confort,  invertir un montón de plata y tiempo... Además, sentía que nunca llegaría el día en que pudiera lanzar mi marca y mis productos.

Duré un par de años en encontrar mi estilo de ilustración, fueron muchas horas invertidas en "aprender a dibujar"; el síndrome del impostor fue mi compañero todo el tiempo, donde yo sentía que no era lo suficientemente buena y que a nadie le gustarían "mis monos feos".

Hoy después de muchos tropiezos, lágrimas, miedos y esperanzas empieza esta etapa de crear mi emprendimiento de souvenirs ilustrados con el propósito de compartir un poquito de mi amor por mi ciudad y mi país.

Agradezco a cada persona que me brindó un consejo y su apoyo en este largo camino; y agradezco a cada una de las personas que adquiere alguno de mis productos, ¡Gracias, gracias, gracias! 
Gracias por estar y permitirme hacer lo que más me gusta en esta vida: dibujar.
Conoce más sobre mí y mis demás proyectos de ilustración:
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